Análisis PES 2013



             SIEMPRE EVOLUCIONANDO, SIEMPRE FÚTBOL, SIEMPRE PRO


Pro Evolution Soccer 2013 viene pintando cada vez mejor en los últimos meses, tras un primer contacto en el pasado E3 de junio que nos dejó bastante buen sabor de boca. Esa impresión se ha mantenido y acrecentado a medida que probábamos una versión preliminar a principios de julio y, a lo largo el verano, las dos demos lanzadas del juego. Con la versión final en nuestras manos estamos tan contentos como sorprendidos. Konami lanza este año la que es con mucha diferencia la mejor versión de Pro Evolution Soccer de esta generación, lo que no es poco, aunque quizás no sea suficiente para algunos.

La historia es conocida por todos los jugones. Tras deleitar a los seguidores del fútbol durante años con el mejor simulador posible, la entrada de la saga en la nueva generación fue muy accidentada, y año tras año FIFA le fue recortando camino hasta superarlo ampliamente. En las últimas dos ediciones Konami ha hecho grandes progresos, y esta versión 2013 es la que más recuerda a las memorables versiones para PS2 de mediados de la pasada década. Sigue echando en falta un motor gráfico completamente nuevo que han prometido para el año que viene, y todavía le faltan animaciones, pero es un juego de fútbol divertidísimo que nos ha sorprendido muy gratamente.

Un guiño a los aficionados españoles

Como contábamos antes, durante los últimos años PES ha estado a la sombra de FIFA, perdiendo su liderazgo en todos los mercados, pero algunos se han resistido más que otros. Quizás el último bastión de la saga de Konami haya sido el mercado español, donde la serie alcanzó un carácter cuasi-religioso en la época de PS2, y de algún modo la compañía japonesa devuelve este año tanta fidelidad, dedicando más atención al fútbol español que a ninguna otra liga. Aparte de que los mejores equipos del juego sean el Real Madrid, el Barcelona y la Selección Española, la liga española contará con todos sus estadios en el día del lanzamiento ya sea en disco o en DLC (en esta versión final solo faltan Riazor, Balaídos y Nuevo Zorrilla, ya que sus equipos están recién ascendidos), todos los equipos españoles cuentan con su himno cuando saltan a su campo, y se han grabado gritos de ánimo de todas las aficiones de la Liga, desde la de los más grandes hasta la del más humilde. Este nivel de atención a la Liga española es un gran detalle.

 

Cambios jugables y en el ritmo de juego

Como os contábamos en artículos anteriores, el gran cambio de PES 2013 son las nuevas formas de tocar el balón y el hincapié en el control de la pelota. El sistema de controlar a otro jugador al mismo tiempo introducido el año pasado que tanto criticamos se ha tirado a la basura, y ahora solo se mantiene en los córners y en los saques de banda, cuando más útil resultaba, al poder mover al jugador que queremos que reciba el balón. El resto se ha esfumado.

A cambio, PES 2013 hace hincapié en el control y en la precisión, algo que nos hace recordar los años gloriosos de la saga. Se ha introducido un nuevo control manual opcional, haciendo que al pulsar L2 se muestre una flecha que nos indica claramente hacia dónde va a ir nuestro pase/tiro/centro. El control manual es especialmente útil en las situaciones con muchos jugadores cercanos y en los tiros cercanos. Permite evitar que la inteligencia artificial del juego se equivoque al pensar a quién queremos pasarle el balón (algo que pasa bastante y es inevitable), y darnos toda la precisión posible para decidir a quién queremos dársela. Al mismo tiempo, hace que tengamos más control sobre los tiros cercanos y aquellos en ángulos extraños. Con el control manual, podremos dirigir mejor los disparos para evitar que vayan directos al portero, e intentar que ese tiro tan complicado desde casi la línea de fondo no se vaya fuera, sin llegar a acercarse a la portería.
Esta opción es una ventaja, aunque hay que decir que no se usa mucho. Como ocurría el año pasado con el control de otro jugador al mismo tiempo, es difícil cambiar el chip y acostumbrarnos a tener esa opción y, sobre todo, a usarla. Sin embargo, este cambio de chip es más fácil en esta ocasión porque esta habilidad tiene mucho más sentido y, aunque resulta difícil al principio medir bien la potencia (especialmente en los pases), nos puede servir para solucionar airosamente alguna situación complicada, y para poder marcar ese gol que de otra manera resultaría imposible.

R2/RT, tu nuevo mejor amigo

La otra gran novedad está en el uso del gatillo derecho, R2 o RT, para varias acciones, principalmente regatear y controlar el balón. La forma de controlar el balón de los jugadores se ha cambiado notablemente; por defecto, los jugadores controlan el balón mejor o peor dependiendo de su habilidad natural para ello y de cómo les llegue, pero ahora hay un elemento más que influye en esto, el pulsar el botón R2 al recibir la pelota. Esto hace que los controles se produzcan más fluidos, incluso orientados, y puede reconducir cualquier "melón". Algunos jugadores, además, tienen formas exclusivas de tocar o controlar el balón, y si la situación y la sincronización coincide nos sorprenderá ver como Xavi, Iniesta u Ozil hacen controles que les hemos visto hacer en la tele. El uso de este botón puede parecer anecdótico, pero no lo es. Gracias a él, los contraataques serán fluidos, los jugadores pararán la pelota con el pecho, pudiendo hacer una volea después.

Al mismo tiempo, el botón R2 también sirve para encarar a los jugadores rivales, para hacer regates y toques de precisión cuando llevemos la pelota y para hacer otro tipo de tiro, el tiro de calidad, ya visto en la saga FIFA. En el caso de Pro, este tipo de tiro, que se hace manteniendo R2 pulsado, hace que el jugador intente colocar la pelota al máximo en la portería, pero no con demasiada potencia, como si golpeasen la bola con el interior, buscando rosca. Aplicado a los centros, resulta en lanzamientos muy bombeados y con mucha rosca, especialmente apropiados para cuando tenemos un delantero centro alto. 

Mejora en el juego y en la inteligencia artificial

Este añadido, el de R2, cambia y mejora mucho las cosas y el control del juego, pero lo que más nos ha sorprendido es más difícil de describir: la mejora general en el juego, en la inteligencia artificial y en lo que ocurre en los partidos. No solo cada jugador invidualmente y los equipos como bloque se comportan mejor, sino que las situaciones de juego que surgen de todo ello son mucho más variadas y divertidas. Aparte, el apartado táctico se nota mucho más en el juego, influye mucho más en el comportamiento del equipo y de sus jugadores, y esto se nota mucho al usar las alineaciones predefinidas y ver cómo cada equipo está pensado para jugar como lo hacen en la realidad.

Esta última faceta se nota mucho en la famosa selección española del falso 9 que ganó la pasada Eurocopa. Vemos cómo, en efecto, no hay ningún referente claro en ataque, sino que se van incorporando diferentes jugadores según la situación lo requiera, y cómo en el centro del campo podemos crear un auténtico infierno para los rivales, con un tiki-taka constante lleno de desmarques, incorporaciones y apoyos. Esta cantidad de dinamismo era impensable en los últimos títulos de la saga. Aun así, hay veces en las que nos preguntaremos por qué un delantero no se está incorporando al ataque, por lo que esta faceta todavía tiene margen de mejora.

Hay que destacar que uno de los mayores fallos del año pasado, el de la inteligencia artificial de los porteros, se ha solucionado con creces en esta edición; de hecho, aparentemente la inteligencia artificial de los guardametas de este año iba a ser la que implementarían el año que viene, pero la adelantaron, y el resultado es excepcional. Además de la IA, tienen bastantes más animaciones.

El arbitraje del juego es también un gran acierto. Como de costumbre, hay una ley de la ventaja invisible para el jugador, y en ocasiones hay "tarjetas diferidas", cuando termina una jugada en la que se ha aplicado esta norma. Lo que más nos ha sorprendido es el funcionamiento del fuera de juego, y esto tiene más que ver con los jugadores que con el árbitro. Cuando la defensa nota que hay un fuera de juego, sus integrantes levantan la mano pidiéndolo, pero esto no significa que lo vayan a pitar. Esto puede distraer en un primer momento, en los primeros partidos, ya que damos por hecho que van a pitarlo, pero no siempre es así. Hay veces que los jugadores piden fuera de juego cuando no lo hay, y hay veces que, habiéndolo, no se pita. El árbitro se equivoca, como en todos los villaratos, pero solo en una dirección, al no pitar fuera de juego cuando a veces lo hay. Nunca pitan fuera de juego si no lo hay.

Capturando el alma de los jugadores

En los últimos años, Pro Evolution Soccer se había apuntado a la moda de su competidor, FIFA, que le pone un nombre altisonante a cada una de las mejoras que introduce cada año. Konami se subió al carro y ha bautizado como "Player ID" a una de las facetas que más han caracterizado a su saga desde hace diez años, y que se ha potenciado más que nunca este año: una atención especial a las grandes estrellas. Si hace diez años los Davids, Zidane, Ronaldinho y compañía eran los jugadores que tenían ese plus de atención, ahora los Messi, Cristiano, Inesta, Ibrahimovic y compañía son los que han recibido ese trabajo extra de Konami para que tengan una forma de correr, tocar el balón, chutarlo y celebrar goles como lo hacen en la vida real. Este año hay un centenar de jugadores con este "trato especial", y la verdad es que tienen más atención que nunca. Prácticamente todo lo que hacen CR7, Iniesta, Xavi y Messi está personalizado, por poner algunos ejemplos especialmente llamativos, y en equipos como Madrid y Barça media plantilla tiene "Player ID".

No se trata de algo meramente estético; es cierto que ver correr a Cristiano Ronaldo no cambia a la hora de jugar, pero sí esos controles de Xavi, o caños de Iniesta, que los hacemos no por habilidad nuestra, sino del jugador que estamos controlando. Le dan al juego más personalidad y lo bueno es que hay un montón de jugadores con este "tratamiento especial", y son precisamente de los equipos que más usaremos.

Sin grandes cambios en los modos de juego

 El repertorio de equipos con licencia sigue encontrándose con las mismas dificultades de todos los años. En esta edición están al completo las ligas italiana, española, portuguesa, holandesa y francesa, contando solamente con el Manchester United como club inglés con licencia (el resto tienen nombres ficticios), y con la liga brasileña como gran novedad. Hay otros clubes europeos oficiales, entre los cuales destaca los alemanes Bayern de Munich y Schalke 04 (los únicos germanos, ya que los problemas de Konami con las licencias alemanas siguen ahí), y clubes emergentes del Este, así como otros clubes sudamericanos. Los equipos de la Copa Libertadores (salvo los brasileños, claro) están limitados a este modo de juego, donde podremos jugar partidos amistosos entre ellos y la propia competición en sí. La Liga de Campeones también se mantiene como modo de juego independiente, con el diseño de marcadores y presentación del estilo de la máxima competición europeo. También cuenta con licencia de la Europa League.

A nivel de selecciones, se han añadido algunas nuevas y se ha conseguido la licencia de otras, pero lo que más destaca es la inclusión de los equipos clásicos desde el primer momento, sin necesidad de desbloquearlos. Los amantes del fútbol clásico -y no tan clásico- podrán disfrutar de las selecciones históricas de Brasil, Argentina, Inglaterra, Francia, Italia, Holanda y Alemania, con jugadores tanto del pasado reciente (Classic France tiene a media "generación Zidane", incluyendo a Zizou y Holanda ya tiene a los De Boer, Reiziger y demás héroes del Ajax de Van Gaal) como de décadas anteriores. Como de costumbre, los nombres son imaginarios (pagaríamos por ver a Konami reuniéndose con Di Stefano para firmar sus derechos), y viendo que se le da más relevancia a los equipos clásicos, echamos en falta que se incluya no solo a España (que ya tiene más palmarés que Francia, Inglaterra y Holanda) sino también a otras selecciones con una gran trayectoria como Portugal, Rusia / URSS, República Checa / Checoslovaquia y Uruguay, por poner los ejemplos más claros.

 Dejando a un lado los equipos y planteles, quizás la parte con menos novedades es la de los modos de juego. Los modos "Sé una leyenda" y Liga Master vuelven a estar dentro de la categoría Football Life y regresan sin grandes cambios. El primero nos permite elegir a un jugador y labrar sus carrera, jugando con él individualmente. El segundo nos reta a coger un equipo y hacerlo progresar en el complicado sistema de ligas de PES, ya sea un equipo real con su plantilla completa, real con plantilla aleatoria o equipo completamente ficticio. Se mantienen las opciones sociales con MyPes, y se añade como gran novedad un nuevo modo de entrenamiento dirigido a familiarizar a los jugadores con los cambios del juego en esta edición, y con sus muchas facetas. En este sentido, nos gustaría que en futuras ediciones se desvelen de una vez todos los microsecretos de los lanzamientos de faltas.

Estancamiento gráfico, mejoras en el sonido

A nivel técnico Pro Evolution Soccer sigue estancado en algún momento de la década pasada. El sistema de animaciones sigue estando muy limitado, aunque el Player ID lo maquilla muy bien, y aunque se han mejorado ciertas facetas de las colisiones de los jugadores, el desfase frente a su principal rival es más sonrojante que nunca al echar un vistazo al sistema "Impact Engine" de FIFA. Los rostros de los jugadores, una faceta en la que PES llevaba ventaja, ya no lucen tanto como antes, y de nuevo el Player ID compensa este aspecto (los jugadores famosos son los que están mejor representados).

Eso sí, el juego se mueve con gran fluidez, y el trabajo que se ha hecho con los numerosos estadios es sensacional (no así el público). En definitiva, el motor gráfico del juego necesita a gritos un borrón y cuenta nueva, el que de hecho se sabe que está haciendo Konami para el año que viene, usando el "Fox Engine" que también utilizará el futuro Metal Gear.

El sonido, por su parte, ha progresado bastante respecto al año pasado. Los veteranos comentaristas Carlos Martínez y Maldini tienen más repertorio que nunca, la banda sonora resulta más numerosa y variada (y tiene el tema "Ay, si eu te pego"), pero sobre todo sorprende la cantidad de gritos de ánimo del público y la atención al detalle con los himnos de los equipos. Un aspecto que ha progresado respecto al año anterior.

                                                El mejor de la era HD

 Pro Evolution Soccer 2013 es la mejor edición de la saga en la era de la alta definición, y desde hace muchos años no podía plantar cara tan bien a FIFA. Y no ha sido por cambiar el motor gráfico o por conseguir algún golpe de efecto con las licencias, sino porque el juego es simplemente mucho más jugable y divertido que las últimas entregas, especialmente esto último. El sistema de toque del balón es un excelente añadido y no nos cansaremos de usarlo, pero ese nosequé tan difícil de explicar, esa diversión de cada partido y de cada jugada que los PES de PlayStation 2 tenían y que los de esta generación perdieron, ha vuelto y por la puerta grande. Y eso es una gran noticia para todos los aficionados a los juegos de fútbol, tanto para los que se hayan mantenido fieles a su vieja religión como para los que hubiesen renegado de ella.

                                            PesManiacos

 

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